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Entrevista a Jero Romero

(The Sunday Drivers)

The Sunday Drivers se han subido al escenario del FIB Heineken en tres ocasiones (2003, 2004 y 2006), en la última de ellas protagonizaron el proyecto Un Pop Classic.

¿Qué recuerdos tienes asociados a cada uno de vuestros conciertos en FIB Heineken?

Del 2003 no recuerdo nada porque estaba muerto de miedo y nervioso desde una semana antes. Del 2004, algo más y todo bueno: tocamos justo cuando el sol se ponía, no había mucha gente, pero el concierto fue bueno y nos lo pasamos muy bien tocando. Lo recuerdo como algo corto y bonito. Me encantaría acordarme de más cosas de ambas veces. Del 2006 lo recuerdo todo: hicimos un concierto mediocre lleno de problemas técnicos delante de muchísima gente. ¿Por qué es así la memoria?

¿Y personales?

El primero lo viví más casi como público que como músico, o la mezcla perfecta de ambos. Alquilamos un piso un montón de amigos, llegamos todos juntos el miércoles (aunque yo es como si no estuviese del acojone que tenía), tocamos el jueves y me quedé hasta el domingo. Siempre me he quedado todo el festival, pero en 2003 fue la mejor.

¿Qué os ha aportado el FIB Heineken?

Es algo así como un hito en tu currículum. Además, para mucha gente, te pone en el mapa. No sé hasta qué punto ha influido, pero seguro que hubo gente que nos “descubrió” viéndonos ahí. Eso es lo bueno de cualquier festival: te ve gente que no te conocía o que nunca iría a verte y, si tienes suerte con la hora, suele ser mucha gente.

¿Has ido como público?

Estuve en 2007, para ver a Bright Eyes, a Wilco y a Amy Winehouse, sobre todo. Algunos del grupo han ido a más, a ediciones de las primeras.

¿Qué grupos has descubierto en el festival?

Lo mejor que he descubierto es cómo suenan en directo algunos que nunca había visto antes y siempre había querido: Lou Reed, Beth Gibbons (¡qué conciertón!), Brian Wilson, Pixies, Morrissey, Bright Eyes… Los vi allí por primera y única vez.

¿Qué es lo que uno aprende cuando va al FIB Heineken?

Lo que significa la palabra “festival” en toda su dimensión. En Toledo u otras ciudades pequeñas, por ejemplo, hay festivales, pero eso no es un Festival.

¿Qué es lo que más agradeces de asistir al festival en “condición” artista?

Principalmente, el backstage como área de descanso. Después de muchos conciertos o después de varios días, tener un sitio donde sentarte un rato sin nadie a menos de 5 metros de distancia es impagable. Si tocas, a veces tienes barra libre: qué puedo añadir.

¿Has protagonizado algún momento groupie?

No soy nada groupie, la verdad. Quizá me he quedado mirando más de la cuenta a alguien. Jeff Tweedy pasó por mi lado, pero hice la estatua sin querer.

¿A qué artistas has conocido allí?

Conocí a Charlie Bautista. Un año después le llamé porque necesitábamos un teclista y desde entonces, toca con nosotros. El FIB Heineken nos unió.

¿Qué no te perderás de la edición de 2009?

Quizá no te lo creas, pero nunca he visto a Oasis en directo.

 

Texto: Mónica Caballero

En foto Jero (The Sunday Drivers) por Archivo Maraworld/François Ollivier

 

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Entrevista a The Sunday Drivers