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La futura-verde- Plaza de España
Por Inma Flor
 
El tráfico por exceso y la naturaleza por defecto, así es Madrid. Las prisas, el estrés, la falta de zonas peatonales habitables y disfrutables que ahuyenten el ruido e inviten al silencio o a generar comunidad son parte inherente de las grandes urbes. Pero la sensibilidad está ahí y por eso, para la remodelación de la plaza de España, los arquitectos Fernando Porras-Isla y Arantxa la Casta, del estudio Porras La Casta; y Lorenzo Fernández-Ordóñez, del estudio Guadiana, han presentado Welcome Mother Nature, una propuesta que dotará a Plaza de España de una amplia zona verde. 
 
'Tratamos de resolver todos los complejos problemas planteados en las bases del concurso sin perder de vista a la ciudadanía. Por eso hemos planteado una plaza abierta y programable, que apuesta por la movilidad y la total accesibilidad'. De esta manera se idea 'un proyecto que pretende regenerar y recuperar un espacio emblemático que actualmente es un gran nodo de tráfico. Se trata de una actuación compuesta por un parque frondoso con juegos infantiles y áreas de estancia, con un 90% de zona peatonal. La vegetación desempeñará un papel protagonista en la nueva plaza de España, ya que servirá de ayuda para los parterres para dibujar la geometría y acompañar los flujos de afluencia a la plaza'.
 
Durante el encuentro que llevaron a cabo en Roca Madrid Gallery el pasado 20 de abril se hizo hincapié en 'la necesidad de construir y gestionar la nueva plaza con la participación de los ciudadanos y de forma sostenible, con el uso de materiales reciclados, con la recuperación del agua de lluvia y con un eficaz tratamiento de los residuos del parque para su propio mantenimiento'.
 
¿Cuál ha sido el proceso creativo de vuestro proyecto de remodelación de la plaza de España? Trabajamos bajo los principios de creatividad compartida. En nuestra oficina convivimos con jóvenes arquitectos que, por lo general, han sido alumnos nuestros y ahora son nuestros colaboradores. Nos conocemos mutuamente desde hace años. Las decisiones se comparten o se delegan para discutirse y consensuarse. Combinamos nuestra experiencia de decenas de años con la audacia de los más jóvenes. No nos gustan las organizaciones verticales. Empleamos este método en todos nuestros proyectos con una especial atención a la lectura de los datos que encontramos en el lugar: datos históricos, sociales y tecnológicos. En la plaza de España también hemos desarrollado este tipo de proceso.
 
¿Qué valor diferencial tiene vuestro proyecto para la ciudad de Madrid y concretamente a un espacio tan transitado por coches como la plaza de España? Precisamente, en nuestro proyecto destaca la gran disminución de tráfico privado, lo que cambiará por completo el carácter del espacio. Al pensar en la solución para la plaza, hemos tenido que elaborar estrategias que abarcan una gran área de la ciudad, ya que planteamos una radical reducción de la capacidad de las vías de acceso a Madrid desde el oeste. Esto implica considerar el centro como Área de Prioridad Residencial donde no tendrán cabida los movimientos de paso. 
 
¿En qué os habéis inspirado para crear este proyecto? Tenemos cierta experiencia en el espacio público, en su momento algunos de nosotros tuvimos la fortuna de ganar el concurso de Madrid Río y construirlo. Nos interesan mucho los proyectos en que la arquitectura se conforma con elementos naturales, y aquellos espacios que desvelan antiguas trazas geográficas, que permanecen latentes en la ciudad, esperando, para ser recuperadas. Por otra parte, trabajar en barrios consolidados como éste es una oportunidad en la que es posible tomar referencias muy precisas, datos muy enriquecedores de lo existente, que permiten construir un relato apegado a la ciudad, no impositivo, casi impersonal.
 
¿Qué ha aportado cada uno de vosotros? Como hemos dicho antes en cierto modo huimos de las ideas unipersonales. Nos interesa más la depuración de las soluciones a través del diálogo y la corrección permanente, disolviendo en cierta forma la idea del autor creador. Todos en el estudio aportamos nuestros puntos de vista, sesgados desde nuestros intereses personales, que se combinan con los de los demás hasta convertirse en colectivos. 
 
¿Qué referentes patrios y foráneos deberíamos tener en cuenta a la hora de generar zonas verdes en la ciudad? Podríamos referirnos a Madrid Río, que, como hemos comentado, forma parte de nuestra experiencia reciente. Este proyecto, como los realizados en Seúl (en el arroyo Chengocheon) o Boston (en la Rose Kennedy Green Way) siguen la estela de los trabajos que iniciaron los primeros de la Arquitectura del Paisaje, cuyos pioneros anglosajones se apoyaron en antiguas estructuras verdes para renaturalizar la ciudad. En este sentido nos gusta referirnos al Emerald Neckclace del arquitecto Frederick L. Olmsted.
 
¿Creéis que a Madrid le falta verde? En absoluto, Madrid, tiene unas extraordinarias áreas de gran valor ambiental, muchas más que la mayoría de las ciudades europeas. El monte del Pardo o la Casa de Campo son absolutamente únicos. Sin embargo, nosotros pensamos que aún está pendiente el cosido de estas y otras zonas en las que reina la vegetación, a través de corredores urbanos que multipliquen el efecto benéfico de la naturaleza sobre el tejido construido. Llegar con árboles desde el Manzanares a la Gran Vía a través de la plaza de España es un ejemplo de lo que nos gustaría poner en práctica sobre toda la superficie de Madrid y ha sido una de las principales ideas del concurso.
 
¿Tenéis jardín en vuestras casas? En nuestra oficina tenemos dos pequeños jardines, uno orientado al norte y otro orientado al sur. En el norte crecen unas magníficas hojas de acanto, bastante salvajes. En el sur, un membrillo nos habla del paso de las estaciones y nos regala frutos al final del verano. En nuestras casas no tenemos jardín, por eso nos gusta tanto pasar las horas en el estudio, un lugar en el que el verde tiñe las mesas, cuando el sol penetra a través de las plantas.

El futuro verde de Plaza de España