Paco Gómez recibió nuestro encargo de retratar los meses del invierno para el Calendario de la Cultura 2017 conduciendo un Peugeot 3008. 'Busqué la lista de los pueblos más fríos de España. Muchos de ellos estaban localizados en la que llaman 'Siberia española', que es la comarca de Molina de Aragón y sierra de Albarracín', nos comenta. Tras surcar más de 1000 Km también hizo paradas en el Calamocha, Ariza, Almazán, Calatañazor, Burgo de Osma, Gormaz, Ayllón… Al viajar le encanta descubrir lugares 'increíbles que no conocía, como la Laguna de Gallocanta y sus alrededores'.  

 

¿Lo mejor del viaje?
 La sensación de viajar solo y en días de diario por esos territorios deshabitados y desérticos.

 

¿Alguna anécdota o curiosidad que te haya sucedido a lo largo del mismo?
 El momento más emocionante fue cuando fui a Ariza empujado por una fotografía antigua que creí que estaba hecha por Nicolas Muller. De camino contacté por teléfono con Ana, su hija, pero me dijo que no recordaba la foto. Finalmente me di cuenta que estaba equivocado y que la fotografía era de… ¡Henri Cartier-Bresson! Busqué la foto en internet con el móvil y localicé el lugar exacto donde Cartier-Bresson retrato el pueblo desde una loma. Sesenta años después posaba mis pies en el mismo sitio exacto que el maestro.

 

Te gusta construir y contar historias con tu trabajo fotográfico. ¿Te ha inspirado alguna este pequeño viaje?
 A mí me interesa la relación de la palabra y la imagen, mis libros van de eso. Siempre he hecho diarios y viajo con ideas previas que construyo en mi cabeza que suelen venir de las inspiraciones que tuvieron otros. Me interesa mucho la historia, la historia de la fotografía y las leyendas. Como viajaba al invierno, inspiré mi viaje en la Invernalia de Juego de Tronos: 'Winter is coming'. Visité el castillo de Zafra en Guadalajara que fue en la serie el escenario donde se situó la Torre de la Alegría. Allí Ned Stark dejó de un lado su honor para aceptar una falsa infidelidad y convertir a su sobrino en su hijo bastardo, Jon Nieve.

 

Estuve cerca de una hora en el castillo mientras caía agua nieve en un planeta superpoblado. La historia de la fotografía también la he revisado buscando los lugares que fotografió Cartier-Bresson en Ariza, mi amigo Rafael Sanz Lobato en la estepa del Duero y volviendo al lugar donde tiré de pequeño mi segundo carrete de fotos en el Monasterio de Piedra. Pero siempre descubro en los viajes lugares increíbles que no conocía como la Laguna de Gallocanta y sus alrededores.

 

¿Nos puedes comentar qué detalle o aspecto te ha gustado más del coche a lo largo del viaje? 
La comodidad en la conducción, la sensación que tuve de que podría llegar a cualquier sitio y que, aunque fuera hiciera frío, cuando entraba dentro del coche llegaba al hogar. Me encanta la conectividad con el móvil, podía ir escuchando podcast de la historia de la Reconquista en los mismos páramos donde se produjo. A parte el coche tenía un montón de comodidades que desconocía como unos masajes increíbles en el asiento que me alegraron el viaje.

 

¿Cuáles han sido los mejores viajes que recuerdas en tu vida?
 He tenido la suerte de viajar mucho, me vienen a la mente mi primer viaje a la India de dos meses con un equipaje que era un noventa por ciento carretes, mis viajes por Perú, Vanuatu o Etiopía como ayudante de Castro Prieto o el viaje familiar de este verano a Tanzania y Zanzíbar. Parezco un pijo pero casi siempre ha sido por trabajo.

 

¿Planificas mucho en un viaje o te lanzas a la aventura?
 Llevo una idea previa y los últimos años me gusta revisar el terreno antes con Google Earth

 

¿Eres de mapa en papel o de navegador? 
De las dos cosas. Adoro los mapas, yo quería ser topógrafo y como me gustaba mucho la geología acabé estudiando ingeniero de caminos que condensaba las dos cosas. Me interesa las lecturas de la historia de los hombres a través del territorio.

 

¿Proyectos a la vista para 2017?
 Estoy escribiendo un libro con mi amigo el aventurero Hilo Moreno. Trabaja de guía de montaña en la base antártica española. El año pasado fue el primero en el que tuvieron internet en la base y durante su estancia mantuvimos unas conversaciones literario-fotográficas a través del Whatsapp en las que evocábamos los viajes de los primeros exploradores polares. En cierta forma fue como viajar al continente helado y nuestra experiencia, que compartimos en redes sociales, vamos a condensarlas en un libro que esperemos que esté listo en 2017.