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  • MÚSICA
  • The Zombies, melodías históricas       
  • Por Andrés Castaño

Ver en directo a una banda como a The Zombies, es ver historia de la música popular. 54 años de historia. Se dice pronto. Hablamos en pasado porque sus hitos fueron sus dos primeros discos de pop melódico en efervescencia, ‘Begin Here’, el primero que data de 1965, al que siguió una obra maestra en la historia de la música popular, ‘Odessey and Oracle’ (1968). Poca tontería. Sus bazas eran unas melodías infalibles y unos coros majestuosos.

Su época dorada fueron esos 60s. Luego la banda estuvo separada y cuando se reunió derivó hacia otras sonoridades más rockeras. Regresaron en 1991, en un disco en el que casi no participó el teclista Rob Argent. En los 2000, publicaron dos discos. Y en la última década han publicado dos discos, en 2011 y el último, ‘Still Got That Hunger’ de 2015. De este último interpretaron cuatro canciones, con un toque entre blues rock (“Edge of the Rainbow”) y rock 70s (“Moving On”) o el AOR de los 80s (“I Want You Back Again”) o “Old and Wise” de cuando Blunstone colaboró con Alan Parsons Project. Todo correcto pero no para tirar cohetes. 

Sus joyas están en esos sonidos 60s, en ese pop melódico delicado, especial, pero también enérgico. Memorable “Road Runner”, la versión de Bo Diddley, o los himnos “Your Really Got a Hold on me”, “Time of the Season” o “Tell Her No”. O las preciosas “This Will Be Our Year”, “Care of Cell 44”. 

Sonido compacto

En su concierto madrileño, el quinteto británico sonó bien engrasado. Con protagonismo especial para el teclista Rob Argent, lanzado como portavoz, muy cercano y agradecido al público con mayoría de cuarentones y cincuentones, pero también con veinteañeros y treintañeros. The Zombies consiguiendo una ‘transversalidad’ generacional. La banda al completo estuvo a buen nivel. Hasta podemos perdonar esos finales vocales de Colin Blunstone a lo Robert Plant de la que abusó un poco en las canciones de tinte más rockero. 

Un público melómano que lo gozó como René Escalante, propietario del restaurante mexicano La Rebonita de Lavapiés que se deleitó con ese buen hacer de la tradición musical británica. Al igual que la dj Dyana Purple, fan de sonidos añejos y del vinilo, y Esperanza, una de las dueñas del bar Automático. Oli, de El Intruso alabó a la banda, pero me aseguró que le ponía un poco de los nervios Blunstone abusando de finales vocales tan en alto. En definitiva, hubo unanimidad en el savoir faire de los británicos. 

Momento SON

Hubo dos momentazos. Con “She’s Not There” una canción pop redonda, que ha llegado a sonar hasta en anuncios de publicidad. Hubo entrega total. Gente coreando. Algunos teléfonos, muy pocos frente a otros conciertos, grabando el momento. Triunfa esa base de bajo con teclado y batería cortante, sumado a un estribillo álgido. Pero quizás el mayor subidón fue el bis final, “que no hacen nunca”, confesó Argent. El propio Argent y Blunstone interpretaron a teclado y voz la emocionante “The Way I Feel Inside”. De esas canciones llenas de entusiasmo juvenil y luz, mucha luz. Así acabó un concierto cargado de historia.

The Zombies. Independance Club. Domingo 15 de diciembre de 2019. 

MÚSICA: The Zombies, melodías históricas