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2006.

FIB Heineken 2006 = Franz Ferdinand

El primer día del festival siempre es el mejor. Vas con muchas ganas y el olor a playa y a rock atraviesa todos tus sentidos. 2006 fue una edición muy especial. Salí el jueves a las 14h y llegué con el tiempo justo para coger la acreditación, ir al hotel y volver a sentir ese maravilloso calor húmedo que te indica que estás a punto de escuchar los primeros acordes de guitarra.

A las 22h estaba frente al escenario verde con The Sunday Drivers junto a la orquesta de Castellón finalizando la gira Little Heart Attacks. Los jueves en el FIB Heineken se han convertido en el cuarto día del festival, una noche que no hay que perderse, sobre todo, si vienen Scissor Sisters. A punto de publicar su segundo largo, tocan I don’t feel like dancing y, como si fueran fuegos artificiales, nos hacen vibrar a todos.

Los Pixies y The Strokes eran los cabezas de cartel del día siguiente. Frank Black había levantado mucha expectación pero se limitó a lanzar un éxito tras otro sin acercarse al público que, aún así y a pesar del incidente con la barrera anti-avalancha que provocó la espantada del grupo, se mostró muy agradecido de recordar Debaser o Here comes your man.

Esperaba que el siguiente concierto me quitara el mal sabor de boca cuando salen a la palestra The Strokes. Cualquiera de las canciones de su primer disco y algunas de los otros dos suplen su falta de dinamismo. Salvaron la noche.

El sábado era el día en el que había que hacer encaje de bolillos para no perderse nada. Deseaba ver a Morrissey después del famoso plantón pero no estuvo a la altura: desafinó, no interactuó, no acertó con el repertorio -demasiado breve- se puso una bandera española a modo de pareo y sudó...demasiado. A partir de ahí, había que optar entre Nada Surf y The Kooks y me quedé en el Escenario Verde para disfrutar de un debut que me tenía absorta: Inside In/Inside out. Y sonó a veterano con la impresionante voz de un guapísimo Luke Pritchard.

Pero quedaba lo más grande: Franz Ferdinand en la segunda vez que visitaban Benicàssim. Es difícil expresar con palabras las sensaciones que experimenté. Recuerdo que alguien me tiró encima un mini de cerveza y no me importó lo más mínimo. Más de una hora saltando al ritmo de Take me Out, Dark in the Matinée, This Fire...y cuando Alex Kapranos gritó: “Benicàssim, Do you want to?”,  todo el mundo enloqueció. Y digo yo, que más de cuatro mil personas no pueden estar equivocadas: El FIB Heineken 2006 tuvo un nombre: Franz Ferdinand.

La cuarta noche sería menos excitante pero ya me daba igual. No me perdí a Depeche Mode y saqué un par de folios para resumir todo el abanico de emociones que había vivido para enviar una crónica a Radio 3.

Texto: Virginia Díaz

Foto superior Alex Kapranos (Franz Ferdinand) y foto sumario Madness. Ambas por Archivo Maraworld/Óscar L. Tejeda.

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