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Una de polis y cacos
Yllana
Texto Raul Losánez
 
Después de estrenar en los Teatros del Canal su último trabajo, llamado The Gagfather, los chicos de Yllana han desembarcado ahora con él, como si tal cosa, en el pequeño Teatro Alfil, que ellos mismos regentan. Hablamos con Fidel Fernández y Jony Elías, actores de la compañía. Se ha simplificado un poco la escenografía… y ya está.
 
Y no podrían haberse adaptado mejor al nuevo espacio, porque el éxito de la función es el mismo. Cualquier sitio es bueno para hacer reír; y de eso, de hacer reír, esta compañía de teatro gestual, que en 2016 cumple 25 años de existencia, sabe más que nadie. Fidel Fernández y Jony Elías son miembros de Yllana y dos de los protagonistas de The gagfather, una obra que revisa con mucho humor la clásica historia de polis y cacos.
 
Aunque se rían un poco de él, yo diría que les gusta bastante el género negro, ¿no?
Jony: La obra es una comedia disparatada, entre otras cosas porque hay muchos disparos (risas); pero sí, es también un claro homenaje al cine negro. De hecho, es casi una película de género hecha en teatro.
 
Son un tanto particulares estos buenos y malos que han creado.
Fidel: Sí, los buenos son más torpes que buenos realmente. Yo diría que bueno, bueno… solo es el jefe de policía.
 
¿Hay mucha diferencia entre hacer The gagfather en el Canal y hacerlo en el Alfil?
Fidel: Al no poder meter la escenografía original, nos hemos ido a una cámara negra algo inmóvil; pero se potencia mucho más el trabajo de los actores, porque están muy cerca del público. Se pierde por un lado y se gana por otro.
Jony: Nuestro humor es gestual, y en ese sentido es importante que el espectador no se pierda nada por estar alejado.
 
Dedicamos esta edición al mundo del arte. ¿No hay cierta similitud entre la pintura y esa imagen que se proyecta de una escena basada en la gestualidad?
Jony: Claro. Los espectáculos de Yllana son eminentemente visuales. En una obra de texto, el espectador puede quedarse con una frase o con un diálogo; pero, en los nuestros, el público se marcha con imágenes, con fotografías de lo que ha visto. Yllana es pura plasticidad.
Fidel: Bueno, aunque no hablamos, cuidamos mucho también el lenguaje sonoro; pero sí es verdad que, al no utilizar texto, nuestras escenas pueden verse a veces como cuadros.
 
El teatro de Yllana pasa por ser un teatro fresco, moderno y dirigido a un espectador de hoy. ¿Se parece en eso al arte contemporáneo?
F: Aunque no se vea del todo reflejado en el escenario, yo creo que en el teatro todo influye, y el arte contemporáneo, por supuesto, también. A mí, como creador, me aporta todo cuanto hay alrededor. Ver una exposición, por ejemplo, me hace desarrollar ideas en muchos casos sobre imágenes extraídas de ella. Y creo que, probablemente, a un artista contemporáneo también le influya ver una obra de teatro.
 
The Gagfather · Teatro Alfil (Pez, 10) · Funciones de miércoles a domingo 

Yllana. Una de polis y cacos