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Ramón Campayo: el "coach" de tu cerebro

Este hombre de memoria prodigiosa no necesita hacer la lista de la compra, pero se olvida las llaves en casa continuamente; si le pedimos un buen recuerdo nos habla de su perrita Cani; y no le da mucha importancia a los diplomas y las medallas. Su verdadero logro son los éxitos de sus alumnos: “Si mides 2,40... ¿Qué merito tienes? Pero si tienes una fórmula para que todo el mundo mida 2,40, eso ya es distinto”.
Nos encontramos con él en un descanso del Curso Superior de Memorización que imparte en Madrid. Después de batir más de cien records del mundo nos cuenta que los premios ya no le dicen nada. “Soy mucho más feliz preparando gente, tengo una escuela de memorizadores y los quince más rápidos del mundo son alumnos míos”. Asegura que con sus técnicas cualquier persona puede mejorar muchísimo sus capacidades, independientemente de su edad, pero reconoce que para estar, como él, en la élite mundial, “hace falta un mínimo de  capacidad, hay una parte que es genética, y otra que es técnica y entrenamiento”.
Primero fueron las técnicas y luego los campeonatos. Para prepararse es necesario entrenar por separado cada una de las capacidades: lectura rápida, velocidad de procesamiento textual, velocidad de memorización y retentiva. Sin embargo, hay un entrenamiento paralelo tan importante como los anteriores: el psicológico. “Es fundamental la confianza en ti mismo, no tener miedo a la competición, pensar que estás ahí porque quieres y no preocuparte por el resultado. Si estás bien el resto viene solo”. Este último paso es fundamental para soportar la presión, que es muy alta. “Son seis pruebas rápidas, dos de ellas duran sólo un segundo, en ese segundo no puedes respirar, no puedes parpadear... Por eso, estos campeonatos desgastan mucho. La concentración es muy intensa, hay que hacer muchas pruebas, compites y te cansas físicamente, pero yo disfruto con ese cansancio”. ¿Qué pasa cuando las cosas no salen bien? “Hay una norma fundamental: tú eres tu mejor amigo. Si mi mejor amigo hace una mala competición yo lo invito a tomar algo, lo tranquilizo”.
A Ramón no le gustan demasiado los concursos televisivos. “Se ven muchas trampas, la televisión solo va a vender sus programas y conseguir audiencia, no tiene nada de científico.” ¿Es posible entonces convertirse en concursante profesional? “Es muy fácil, cualquier persona tiene nivel de sobra para impresionar”.
Si quieres aprender las técnicas de Ramón puedes acudir a alguno de sus libros como Desarrolla una mente prodigiosa, Curso definitivo de lectura rápida o Aprende un idioma en siete días (Editorial Edaf).

Texto: Sheila R. Melhem. Ilustración: Sara Otero

Ramón Campayo: el "coach" de tu cerebro