SOLIDARIDAD
La CuBa reclama un espacio público antes del domingo para poder continuar apoyando a las más de 700 familias de Lavapiés
Desde que el 22 de abril surgió la iniciativa ciudadana La CuBa (LAvapiés, CUidando del BArrio), la red de cuidados vecinal que lo conforma viene reclamando, sin obtener respuesta hasta el momento, un espacio público desde donde continuar conteniendo la emergencia social provocada por la pandemia de coronavirus en el barrio de Lavapiés -y en tantos otros-, ante la incapacidad de la Administración para hacerse cargo.
Finalmente, este domingo 7 de junio tendrá lugar una reunión con la Junta de Distrito Centro de Madrid (que no se ha llevado a cabo antes por “problemas de agenda”, tal y como han declarado los responsables de la Junta a algunos medios de comunicación). La plataforma ve este encuentro como crucial ya que el domingo La CuBa deberá abandonar el Teatro del Barrio, lugar que la acoge y que ahora debe comenzar a retomar su actividad. Y es que desde hace varias semanas, este teatro se ha convertido en sede de la plataforma La Cuba, desde donde se ha estado dando soporte a cientos de familias que están viviendo una situación de emergencia.
Han pasado tres meses desde que las redes vecinales dieron el paso al frente, ante la inacción de las administraciones, para responder a las necesidades de la población agravadas por la crisis sanitaria, social y económica. En el caso de La CuBa, más de 150 vecinas organizadas en su estructura han soportado una crisis social que ha exigido el apoyo alimentario y de productos de higiene a más de 700 familias (unas 2.500 personas) de manera regular. Además, más de 600 personas en situación de calle han pasado en algún momento por la despensa. Ya se han recaudado casi 50.000 euros para hacer frente a estas cifras.
La CuBa, desde el mismo momento de su nacimiento, viene denunciando que su labor es competencia de los profesionales de la Administración, quienes han sido incapaces de movilizar los recursos financiados por la ciudadanía para dar respuesta a los hogares más vulnerables. Es alarmante que la Administración esté derivando a familias que piden ayuda pública a la despensa solidaria, sostenida únicamente con las donaciones de miles de ciudadanos. Así, La CuBa y el resto de redes vecinales de apoyo y cuidados han sido utilizadas como un recurso público más.
Con la desescalada nacional, lejos de cambiar la situación, la respuesta por parte del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid sigue siendo totalmente ineficaz. Sin embargo, el número de personas que necesitan apoyo social y económico aumenta, por lo que las familias continúan recurriendo a las redes vecinales que se han auto-organizado para prestar estos servicios esenciales.
