El 30 de enero se celebra el Día Internacional del Croissant. No es de extrañar que esta deliciosa pieza de bollería tenga un día propio ya que pocos son capaces de resistirse a su crujiente textura, su particular sabor entre dulce y salado y el potente aroma de la mantequilla. Pero lo que ha convertido al croissant en algo único es su versatilidad, perfecto para consumir casi a cualquier hora del día. Moncho López, de Levadura Madre Natural Bakery y David Monzón, copropietario del gastrobar Bendita Locura Coffee & Dreams, nos cuentan las claves de su éxito. El croissant parece una pieza de bollería sin muchas pretensiones, pocos rellenos y sin ingredientes exóticos, tampoco tiene formas complejas ni acabados diferentes, pero puede que sea precisamente en esa aparente sencillez donde resida la mayor clave de su éxito: “Por un lado es un bollo muy simple pero a la vez muy complicado. Parece una receta muy fácil de hacer, pero no es nada sencillo conseguir una masa hojaldrada con el punto justo de crujiente en todas las capas” - asegura Moncho López de Levadura Madre Natural Bakery, que añade: “tiene el equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado, se puede consumir con dulces como mermeladas o chocolates o con salado como fiambres y quesos. Es muy versátil, con un tamaño polivalente y bastante liviano, no se hace pesado ni de comer ni de digerir, por eso es apto para cualquier edad”. Tampoco es empalagoso y mezcla bien tanto con el café como con los zumos de frutas. Y por si esto fuera poco la experiencia sensorial que supone notar “el crunchy crunchy de cada una de sus capas. Diría que no comer un croissant a mordiscos es un crimen, además es una de las pocas piezas de bollería que puede elaborarse con diferentes harinas y rellenos, nosotros los tenemos con chocolate, diferentes mermeladas, integrales e incluso veganos integrales con quinoa y semillas” – nos explica Moncho.
David Monzón, copropietario del gastrobar Bendita Locura Coffee & Dreams nos cuenta por su parte que “es la pieza de bollería más demandada sin duda, sin ella los brunchs, desayunos y meriendas no serían lo mismo. Al combinar casi con todo, se puede tomar a cualquier hora del día”. En resumen, el croissant es un producto delicioso, ligero, versátil y asequible que puede acompañar todos los platos imaginables y con una textura tan agradable como particular, así que como afirma Moncho: “de tan sencillo, ni lo toques”.
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