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LIBRO DE LA COCTELERÍA CREATIVA

Cómo acertar siempre al pedir

Por Elvira Aldaz

Entras en una coctelería. Echas un vistazo a la carta. Algunos ingredientes no te suenan y no te imaginas a qué saben combinados entre sí. Al mirar la sección de clásicos, no recuerdas qué ingredientes llevan y no sabes si serán muy fuertes. Quieres probar algo nuevo, pero temes equivocarte y tirar el dinero. Acabas pidiendo un gin-tonic o un mojito. ¿Te suena? 

En España hay más de 150.000 bares. Poco a poco la coctelería se va abriendo hueco en muchos de ellos. Ya es posible encontrar en casi todas las ciudades pequeñas y algunos pueblos al menos un par de locales con una buena carta de cócteles, una amplia selección de destilados y una ejecución impecable. Esto se debe en parte a una mejora en la formación de los profesionales y a que ser bartender se ha puesto de moda en los últimos años, cuando llegaron a nuestro país los ecos de la segunda edad de oro del cóctel que se inició con el cambio de siglo.

Sin embargo, todavía muchos clientes tienen miedo de pedir cosas nuevas, de descubrir otros sabores o no ven la necesidad de salirse de su copa habitual. Hay muchos foodies que se dejan sorprender en restaurantes exóticos pero que después piden lo de siempre al enfrentarse a una carta de coctelería. Si el menú está bien hecho, encontrarás seguro un cóctel para ti y, si no, el recetario clásico es amplio y maravilloso. Mi recomendación es probar, probar y probar. 

Una forma muy fácil de empezar a innovar y catar cosas nuevas es decirle al bartender qué sueles tomar y que te recomiende cócteles similares. Por ejemplo, si sueles beber gin-tonics de corte cítrico, es probable que disfrutes de un Tom Collins, un Gin Fizz o alguna receta de autor que vaya en esa línea. Poco a poco irás perdiendo el miedo y ampliando tus opciones.

El mundo de la coctelería y sus ingredientes pueden ser en ocasiones algo intimidantes para el neófito, como pasa también al pedir una botella de vino. Sin embargo, los bartenders están ahí para ayudarnos a elegir y suelen hacerlo muy bien, pero a veces no sabemos cómo expresar lo que nos gusta o lo que nos apetece en ese momento. Vamos a ver qué información necesitan para acertar con una recomendación. 

La primera pregunta que te suelen hacer es qué destilado te apetece, sobre todo para descartar aquellos que no te gustan. Si sueles beber gin o vodka es probable que no quieras un cóctel de whisky o ron aunque te sorprendería la versatilidad que tienen todos los destilados en manos de un buen bartender. Junto a esta información, hay otro dato todavía más definitivo para acertar al recomendar un cóctel: qué perfil de sabor estás buscando. Un cóctel puede ser en esencia cítrico, dulce o amargo, aunque cada vez encontramos más tragos picantes, especiados o ahumados en las cartas. 

Otra información clave que necesita conocer es si quieres un trago largo o corto. Los tragos largos son aquellos que tienen hielo, refrescos o zumos de frutas, de forma que el alcohol está menos presente, como en el Mojito, el gin-tonic, el Cuba Libre o el Moscow Mule. Suelen ser más refrescantes, ideales para el buen tiempo y los preferidos de la mayoría de gente. Los tragos cortos son aquellos cócteles que se suelen servir en copas Martini o coupette sin hielo y en las que el protagonismo lo tienen los destilados. Algunos famosos son el Dry Martini, el Manhattan o el Old Fashioned. 

Por último, muchos bartenders suelen preguntar a los clientes si tienen alguna alergia o intolerancia alimentaria. Si la respuesta es afirmativa, es muy importante indicárselo, ya que algunas recetas utilizan frutos secos, huevos, lácteos u otros ingredientes que pueden no estar mencionados en el menú.

Así pues, la próxima vez que acudas a una coctelería y no sepas qué elegir de la carta, simplemente dile al bartender qué perfil de sabor te apetece, si quieres un trago largo o corto y si prefieres un destilado en concreto. El acierto está casi asegurado y no te vas a arrepentir. Descubrir tu nuevo trago favorito es tan fácil como eso. 

LIBRO DE LA COCTELERÍA CREATIVA: Cómo acertar siempre al pedir